La Procesión del Señor de los Milagros, símbolo de devoción.




 

Miles de fieles congregados el mes de Octubre

Miles de fieles congregados en el mes de Octubre

La procesión de la imagen del Cristo crucificado ha movido a millones de fieles a través del tiempo, representando una tradición esencialmente peruana no sólo en la llamada Ciudad de los Reyes sino también alrededor del mundo.

Por ello, se le considera una de las manifestaciones católico religiosas multitudinarias, que, acompañada de fervientes piadosos, alberga sublimidad y grandiosidad espiritual al pueblo limeño.

La historia nos indica que fue un anónimo mulato, quien pintó la imagen de un Cristo crucificado dentro de un muladar de Pachacamilla, en un paño de muro a mediados del siglo XVII, cuando de repente un 13 de noviembre de 1655 se originó un terrorífico sismo en Lima y Callao, sepultando iglesias y mansiones, dejando como registro miles de muertos.

Sin embargo, la representación que dicho mulato había plasmado sobre aquel débil muro de adobe y quincha, se encontraba intacta sin presentar ninguna fisura en su imagen, atrayendo cierta cantidad de adoradores los mismos que, al paso del tiempo, fueron convirtiéndose en miles.

Actualmente, El Señor de los Milagros se encuentra en el altar mayor de la Iglesia de las Nazarenas de Lima, centro de culto administrado por las Madres Nazarenas Carmelitas Descalzas, la misma que es visitada por los turistas quienes se suman a esta muestra de devoción y fe.

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